VINOS CANARIOS CON JUÁN JESÚS MÉNDEZ

Juan Jesús Méndez compagina su trabajo en su bodega Viñatigo, situada en Tenerife, con una incesante labor docente e investigadora, siendo uno de los responsables de la implantación de los estudios de viticultura y enología en Canarias.

Si Juan Jesús Méndez tuviera que elegir entre sus múltiples facetas en Bodegas Viñatigo (Tenerife) sin dudarlo se quedaría con el seguimiento del viñedo y la elaboración de sus vinos, un reto muy gratificante y  lleno de satisfacciones.

Y no es de extrañar. La viticultura canaria tiene unas particularidades que la hacen realmente especial. Las islas son de los pocos territorios vinícolas libres de filoxera. Este hecho, junto con la no aceptación de otras variedades más estandarizadas ha permitido que en Canarias se conserven variedades  que los colonizadores llevaron hace ya más de cinco siglos y que han desaparecido en el resto del mundo. Y justo ahí encontramos la gran ventaja para los vinos canarios, la singularidad. Sin embargo como bien nos explica Juan Jesús,  también supone un gran handicap, y es que apenas hay nada hecho sobre estas variedades. No hay selección clonal, no hay estudios que profundicen en su viticultura y en definitiva hay una falta de información para la toma de decisiones en un territorio dónde además, la diversidad de suelos y climas es enorme. La profundización en el conocimiento y la investigación es uno de los mayores retos de la viticultura en las islas.

Pero volvamos a lo ilusionante y es que la singularidad canaria, como bien apunta Juan Jesús, es hoy una gran oportunidad. Los vinos canarios sorprenden al mundo. En unos mercados saturados con vinos demasiado homogeneizados, las islas aportan registros organolépticos totalmente fuera de los estándares. Un baboso, un vijariego o una gual están consiguiendo abrir puertas que permanecían cerradas y que son el resultado de un rico mosaico vitivinícola dispuesto a resurgir y conquistarnos a todos.

Gracias Juan Jesús por sacudirnos con tus vinos y ¡hasta pronto! 

Irene Guede Arboniés
La Chica de la Garnacha